El
Iman Oculto
Henri
Corbin
Pág.115
Señalaré
simplemente, en primer lugar, que el término "mística" es
una de las palabras más profanadas y mancilladas en nuestros días,
empleada con una ligereza y una inconsciencia ridículas, en
ocasiones o en ámbitos en los que no pintaría absolutamente nada si
se conociera realmente su sentido. Y no creo ser el primero en
formular esta protesta. Precisemos, pues, que la empleamos aquí en
su sentido riguroso, tal como se puede usar en un contexto religioso
o metafísico y tal como implica su etimología griega. Mystikos
es
lo que está oculto, invisible a las facultades de percepción
sensible, inaprensible en el nivel de las evidencias comunes y por
los órganos de percepción común. Mística
está,
en cuanto a la palabra y en cuanto a los hechos, esencialmente
asociada a misterio,
a lo que en la Antigüedad se denominaba religiones de misterios,
cuyos iniciados recibían el nombre de mistos
(misterios
de Eleusis, de Mitra, etc.). La palabra griega mystikos
es,
pues, equivalente de bâtin,
ghayb, makhfî, mahjûb, penhân, etc.